En el club inquieta la sangría de puntos que se ha dejado el equipo en la segunda vuelta de la Liga. La temporada se está haciendo larga. No sólo es el quinto peor equipo de Primera en la segunda manga de la competición, sino que también ha perdido mucho terreno con los que ahora sí son sus rivales directos para entrar en Europa.
Hay que recordar que el Betis inició la segunda vuelta en el cuarto puesto de la Liga. Cierto que no era fácil mantener la velocidad de crucero de los primeros cinco meses de competición, pero nadie esperaba que se fueran a escapar tantos puntos. Si comparamos la trayectoria verdiblanca con sus rivales actuales, Getafe (octavo tras su triunfo de anoche), Sevilla y Rayo, resulta que desde la jornada 20 de Liga ha cedido siete con el de Luis García, nueve con el de Emery y un punto con el conjunto de Paco Jémez.
Ahora mismo, la situación del Betis ya es límite. Aún hay colchón, concretamente dos puntos con el Getafe y tres con el Sevilla, pero es delgadísimo, prácticamente un alambre y la inquietud existe. No obstante, se mantiene el discurso optimista. En Heliópolis se sabía que la travesía de la Liga que les ha enfrentado casi de manera consecutiva al Sevilla, Real Madrid y Barcelona podía pasar factura. Lo que no entraba en los planes era el empate contra el Depor. Ahora confían en enderezar el rumbo ante rivales que se juegan la vida pero que son a priori más débiles.
El club es consciente de que restan cuatro finales y se están preparando a conciencia para ellas. Por lo pronto, para el partido contra el Celta se han adoptado medidas para llenar el campo. Son dos promociones. Una va destinada a los seguidores en las redes sociales del Betis, que podrán adquirir localidades a 10 euros para un sector de la grada, y la otra es una oferta especial por la que los abonados puedan comprar dos entradas para niños a 3 euros.



